
Ella se retuerce
se estremece
se acalambra
se encoge y se agranda
se mueve
espasmódica.
Él la sostiene
clavada, atrapada,
la trae y la lleva
la empuja y la abraza
con sus brazos la envuelve
la aleja y la acerca.
Ella tiene una herida
al rojo vivo
y latiendo
hinchada y dolorosa
dolorosa y placentera.
La herida
se agranda
y él acelera.
Ella gime
para que él la recuerde.
Y de pronto
en el último espasmo que la acerca al primer espasmo
ella empieza
a disolverse
a hacerse arena
a volarse con el viento
a caerse
a perderse
y a escurrirse entre los dedos
inatajable
incontenible
incapturable.
Ella se hace arena
resbaladiza
inevitable
irremediable
irreversible
se disuelve y así
él la pierde.
(2008)
(imagen Corbis)
No hay comentarios:
Publicar un comentario